La agricultura espacial cultiva audazmente alimentos donde nadie ha cultivado antes
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tiempo de actualizacion : 2022-07-12 10:34:37
Si gastar dinero en la exploración del espacio exterior o aplicarlo para resolver problemas graves en la Tierra, como el cambio climático y la escasez de alimentos, es un debate polémico. Pero un argumento a favor de la exploración espacial destaca los beneficios que, de hecho, ayudan a estudiar, monitorear y abordar problemas serios como el cambio climático y la producción de alimentos. A medida que aumenta el acceso al espacio, el potencial de beneficios terrestres directamente vinculados a la exploración espacial crece exponencialmente. Por ejemplo, la agricultura se ha mejorado significativamente mediante la aplicación de avances basados en el espacio a los desafíos terrestres. Ahora es cada vez más probable que los alimentos se hayan producido con la ayuda de tecnologías basadas en el espacio, como alimentos liofilizados, o mediante el uso de monitoreo de cultivos desde observatorios basados en el espacio. Monitoreo de tierras de cultivo Podría decirse que el monitoreo satelital es el beneficio más reconocido del espacio para la agricultura. Como ojos atentos en el cielo, los satélites vigilan las tierras agrícolas de todo el mundo día y noche. Sensores especializados en satélites relevantes (por ejemplo, Landsat de la NASA, Envisat de la Agencia Espacial Europea y RADARSAT de la Agencia Espacial Canadiense) monitorean varios parámetros relevantes para la agricultura. Los sensores que monitorean la humedad del suelo pueden decirnos cuándo y qué tan rápido se están secando los suelos, lo que ayuda a dirigir un riego más eficiente a escala regional. Los satélites meteorológicos ayudan a predecir sequías, inundaciones, patrones de precipitación y brotes de enfermedades de las plantas. Los datos satelitales nos ayudan a predecir amenazas de inseguridad alimentaria o malas cosechas. Ciencia de las plantas No son solo las máquinas sin vida las que habitan en el espacio. Los humanos han logrado sobrevivir y cultivar plantas en la órbita terrestre baja a bordo de varias naves y estaciones espaciales. El espacio es el último "ambiente hostil" para que exista la vida, incluidas las plantas, debido a factores de estrés novedosos como la radiación cósmica y la falta de gravedad. La bióloga espacial Anna-Lisa Paul describe las plantas como capaces de "llegar a su caja de herramientas genéticas y rehacer las herramientas que necesitan" para adaptarse al nuevo entorno del espacio. Las nuevas herramientas y comportamientos expresados por las plantas en condiciones de vuelo espacial podrían usarse para resolver los desafíos que enfrentan los cultivos en el clima cambiante de la Tierra. Investigadores de la NASA enviaron semillas de algodón a la Estación Espacial Internacional para comprender cómo crecen las raíces del algodón en ausencia de gravedad. Los hallazgos de la investigación ayudarán a desarrollar variedades de plantas de algodón con un sistema de raíces más profundo para acceder y absorber agua del suelo de manera más eficiente en áreas propensas a la sequía.
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